La islas ubicadas frente a Rosario
son un concurrido destino turístico con paradores, playas de arena,
cabañas junto al río, y la posibilidad de practicar deportes playeros y
acuáticos, y degustar platos típicos regionales. El turismo en estas islas entrerrianas
registró un sostenido crecimiento en los últimos años y en época
estival cobra mayor relevancia por la variada e interesante oferta de
servicios e infraestructura que ofrece.
Turistas nacionales y extranjeros se embarcan desde la costa rosarina
y, tras 15 minutos de navegación, se encuentran en el ambiente isleño.
La infraestructura de servicios permite a los visitantes disfrutar de
jornadas enteras de esparcimiento, sol y diversión, en el marco de un
verde y cautivante paisaje. La paz y tranquilidad de ese sitio contrasta
con el bullicio y el movimiento de la gran urbe rosarina, que se divisa
desde las islas con sus edificios de altura sobre la costa.
En los recorridos por el Paraná
los turistas pueden apreciar la vegetación típica de las islas, en
especial los grandes irupé cuya única hoja semeja una bandeja posada en
el agua, con sus flores blancas. Desde la Estación Fluvial, una de las
joyas arquitectónicas de Rosario -inaugurada en 1957- parten hacia las islas los barcos "Ciudad de Rosario" y de la empresa Island explorer, que además hacen excursiones de dos horas por las islas, el puente Rosario-Victoria y otros sectores de la costa rosarina.
Las lanchas locales del complejo La Fluvial ofrecen servicios todos los
días, cada media hora, con destino a los selectos paradores isleños, en
tanto Rosario Sail brinda paseos por la zona en un barco a vela y en un
bote semirrígido.
Muchos turistas que prefieren los campings eligen la ribera del Paraná
Viejo, un brazo del río en cuyo ambiente agreste hay sitios para
acampar -o dormitorios- con parrillas, comedor y proveeduría, en un
sector que tiene tanto costas barrancosas y de aguas profundas como
playas de arena y poca profundidad.
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