Saltos, cascadas y mágicos paisajes

El turista no llega a San Luis en busca de grandes balnearios con extensas playas repletas de servicios, como sucede en otros destinos. El verano en las sierras puntanas se disfruta en decenas de ríos y arroyos que nacen en las altas cumbres y descienden por las sierras surcando ciudades y pueblos, formando espectaculares saltos de agua y piletas naturales increíbles.

Las sierras de San Luis y el cordón serrano de los Comechingones son el punto de partida de la mayoría de estos ríos. Desde allí sus aguas se precipitan entre bellísimas quebradas y peñascos, formando a su paso saltos y cascadas de hasta 50 metros de altura que caen en paradisíacas piletas naturales. Ubicados alrededor de 1.500 metros sobre el nivel del mar y rodeados de exuberante vegetación, algunos saltos que no puede dejar de visitar son:

El Chispiadero: a 21 km de Las Chacras, hacia el noreste. Se atraviesa la Masilla del Cura, donde hay un mirador desde donde es posible observar el cerro Realito y una quebrada con nidos de cóndores. Es un salto de agua de 50 m de altura, ubicado a 1.700 msnm.

Salto Escondido: se accede a 12 km en la Ruta Nº 9 a Carolina hacia el sur. Luego, en forma pedestre durante 3 horas por el lecho del río Hondo. Es un imponente salto de agua de 70 m de altura y cae a una hoya de 8 m de diámetro de un bellísimo color esmeralda.

El Tabaquillo: se encuentra en Villa de Merlo, en el arroyo El Rincón. El salto El Tabaquillo de unos 18 m de altura recibe su nombre por un arbusto característico de la zona. Para llegar a la cascada se recomienda hacerlo en compañía de un guía. Se trata de una excursión de aproximadamente tres horas. En la zona se encuentra una reserva de flora y fauna.

Cercanías de San Luis capital

A pocos kilómetros de distancia de la capital, es aconsejable realizar un circuito turístico por villas veraniegas en cuyos alrededores se pueden hacer actividades deportivas, safaris fotográficos y cabalgatas. La localidad de El Volcán es un ejemplo, al igual que El Trapiche, Potrero de los Funes, el oasis de Nogolí y el embalse de La Florida.

San Luis Capital permite también acceder a las Salinas del Bebedero (a 40 kilómetros), que en épocas invernales se convierte en un desierto blanco. Estas salinas cubren 5 kilómetros de ancho y unos 15 kilómetros de largo, con un metro de sal acumulado sobre la superficie. En el lugar se halla una planta de procesamiento de sal para visitar.

Valle del Conlara

Está enmarcado entre las sierras de San Luis y las sierras de los Comechingones. Es una zona de cerros, surcada por ríos y saltos, donde se pueden desarrollar diversas actividades al aire libre. Está considerado como uno de los tres microclimas del mundo que provocan mejores beneficios a la salud. La Villa de Merlo es el lugar más recomendado de la región por tener la mejor infraestructura de servicios pensados para el turista.

Un paseo obligado es el Circuito Artesanal de los Comechingones, que reúne a todos los artistas de la comarca. Cerca de la villa está el arroyo Piedra Blanca, digno de ser visitado. Por su parte, el paraje denominado Pasos Malos posee hoyas de baños naturales y una cascada.

Potrero de los Funes

Sobre el lago homónimo, es un pueblo tranquilo, ideal para pasar unas vacaciones. El lago se recorre en bote o canoa y es apto para la pesca. Los alrededores serranos, con sus quebradas, valles y arroyos, también invitan a realizar cabalgatas, trekking, mountain bike o simplemente contemplar el paisaje.

Esta localidad también es sede de espectáculos artísticos y ferias artesanales.

Cerca de Potreros, el turismo aventura es posible en el Valle de Piedra, uno de los más altos de la zona. Otras excursiones son la Quebrada de los Cóndores, el Salto (de agua) de la Moneda, el cerro de La India Dormida o la Quebrada del León Colgado.

Fuente: Ambito

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