El pueblo de Uribelarrea
resguarda el melancólico hechizo de los rincones olvidados. "Sigue
parsimoniosamente el avance de los tiempos, desde la aparente impunidad
que le da su todavía carácter rural", cuenta el José Luis Nacucchio,
dueño del restaurante Macedonio, que va en camino de cumplir 8 años.
Abre sábado, domingo y feriados, al mediodía, y ofrece comida casera de
elaboración diaria con carnes y corderos cocinados al horno de barro.
El pavimento de la entrada desde la ruta hacia Uribelarrea
mejoró. Hay algunos comercios más, y bastantes más casas de fin de
semana, pero su esencia se mantiene, con el público de la ciudad de
Buenos Aires que se ha convertido en estable los fines de semana.
La histórica escuela agrotécnica Don Bosco, La Uribeña, El Valle de
Goñi y El Palenque son otros lugares con atractivos gastronómicos y
turísticos para aprender y visitar.
Las diagonales de la plaza principal, la sonrisa de los locos lindos
que circulan por aquí y por allá: aunque la Posta de Uribe cerró
momentáneamente, bien vale el esfuerzo de quedarse hasta que los perros
le ladren a la luna para refrendar y sentir en el alma esta aparente
impunidad.
Fuente: La Nación Turismo
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