Meses después del Festival Nacional del Folklore, la calma impera en Cosquín.
La ciudad ha retomado el ritmo cotidiano, aunque la cultura, el arte y
la música siguen en la agenda diaria de este lugar inmerso en los verdes
serranos del Valle de Punilla.
Bonita y cultural, así podría definirse brevemente a Cosquín. Estratégicamente ubicada en el centro del país, a 780 kilómetros de Buenos Aires,
la ciudad es reconocida como sede del Festival Nacional de Folklore, el
encuentro más relevante del género. Durante todo enero se pueblan los
rincones más inverosímiles de la zona, y desde los campamentos hasta las
peñas, las casas de familias y las orillas del río confluyen melodías
de chacareras, gatos, zambas, escondidos, bailecitos y cuanto ritmo
florezca de las entrañas de la tierra. Febrero y marzo se tornan más
vacacionales, y dan protagonismo a los pliegues montañosos y los
distintos balnearios. Pero sólo cuando el verano llega a su fin y
disminuyen las visitas, la ciudad disipa el bullicio y equilibra
naturaleza y cultura. Entonces relucen el casco histórico, las historias
y los mitos sobre su fundación, y una serie de encuentros artísticos
que vale la pena conocer bajo el influjo de sus aires serranos.
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http://www.365argentina.com/cordoba/cosquin-el-pueblo-musiquero_nota1490.html
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