El Rocsen, un museo polifacético

Adentrarse en el Museo Rocsen, situado en la localidad cordobesa de Nono (1578), que es el poblado más antiguo del Valle de Traslasierra, es vivir una experiencia sensitiva única, difícil de olvidar por mucho tiempo. Las máquinas de todas las procedencias y tipos, una momia de Nazca de 1.200 años, vestidos y juguetes antiguos y casi cualquier elemento que a usted se le ocurra que puede haber existido o existe se encuentran en este museo polifacético.

Muy amablemente nos recibió el creador de este grandioso emprendimiento, el director y fundador francés Juan Santiago Bouchon, con el cual mantuvimos una extensa charla. Nos explicó que los 49 personajes que se encuentran en la fachada del edificio, por el siete veces siete, es totalmente místico, o sea que la cantidad de estatuas determinó el tamaño de la fachada y no al revés. "No quiero la más mínima arma, ningún César. Ningún Napoleón, ninguna matanza, nada de sangre. La menor sombra posible, quiero la mayor luz posible", dice el director Juan Santiago Bouchon al explicar el valioso patrimonio con que cuenta su museo.

Evolución del pensamiento

La evolución del pensamiento, desde el Africanus (cinco millones de años de antigüedad), hasta Martín Luther King, premio Nóbel de la Paz (1964); y sobre todo en una línea eminentemente pacifista y humanista, "viven" místicos, filósofos, pensadores, artistas y científicos.

Miles de piezas, integran el patrimonio del museo, casi 30 mil, hacen un caleidoscopio apasionante para recorrerlos con el tiempo suficiente y no perderse detalle, por ejemplo, de la arqueología americana, bicicletas antiguas, minería, elementos del campo, mecánica antigua, cinematografía, imprenta, ejemplares embalsamados de animales en vías de extinsión y objetos tan diversos que seguramente usted, mi estimado lector, sabrá apreciar en toda su dimensión.

Un fuera de serie

Juan Santiago Bouchon, director y fundador del museo Rocsen, en diálogo con La Capital comentó que no recibe ayuda de nadie, y menos del Estado para el mantenimiento del museo. "Tengo que pagar los impuestos, la luz, y los sueldos de los empleados con lo que percibo de una módica entrada que le cobro a los visitantes. Los únicos que me apoyan son los medios, como ustedes, y también diarios y canales de televisión locales y nacionales".

   En cuanto a su actividad Juan Santiago Bouchón destacó que nació con una firme vocación de coleccionista que tuvo sus primeras manifestaciones a partir de los tres años de edad. "Todo me interesaba y vivía con los bolsillos llenos de cosas. A los ocho años, escarbando en el anfiteatro de Cimiez, Niza, en el sur de Francia donde nací desenterré un soldadito romano de barro cocido de 2000 años de antigüedad y aquel mismo año jugando en una playa de Normandía, en el norte de Francia, encontré mis primeros fósiles, desprendidos de los acantilados calcáreos de la región por la erosión de las olas", contó. A pesar de los horrores vividos durante la Segunda Guerra Mundial, Bouchón señaló que "pude seguir en París estudios de Antropología, Bellas Artes y Artes Aplicadas a la Industria. En cambio, soy autodidacta en ciencias naturales y en todas las otras disciplinas tratadas en el museo".

Llegada a la Argentina

El director del museo contó que está en la Argentina desde el 31 de diciembre de 1950. "Trabajé en la sección Turismo de la Embajada de Francia y a partir de esa circunstancia conocí todo el país que me gustó sobremanera.

En el año 1959 me establecí en Córdoba, en pleno campo, a 5 kilómetros Nono, donde hoy se encuentra el museo".

Por último y en relación a las características destacó que el mismo "es polifacético con la finalidad de interesar al público más diverso con objetos expuestos para que cada cambio de tema produzca un nuevo interés y al mismo tiempo, un descanso del tema anterior".

Fuente: La Capital
http://www.lacapital.com.ar/ed_turismo/2010/4/edicion_76/contenidos/noticia_5023.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario