En sus calles de tierra se filmaron varias películas, pero la calidez de Uribe no es ninguna ficción
"El cartel está equivocado. Dice 1860, pero en realidad debería decir 1890; esta pulpería es del mismo año de la fundación del pueblo." Ignacio Marcos es de esos vecinos inquietos, curiosos, y el mejor guía informal para recorrer Uribelarrea, pequeño pueblo del partido de Cañuelas, a 82 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
El cartel en cuestión está en la entrada de El Palenque, antigua pulpería que se mantiene, revoque más, revoque menos, como en ese entonces, 1890, y es la única que abre todos los días del año.
Lo que atrae de Uribelarrea son justamente esos aires del pasado, con casas centenarias en muy buen estado, calles de tierra (sólo el acceso y la vuelta a la plaza están asfaltados), rica gastronomía y mucha, pero mucha tranquilidad. Aunque los fines de semana la calma extrema se altera con los visitantes. Varios llegan por el día para comer y dar unas vueltas. Algunos se alojan en las estancias cercanas y otros tienen quintas.
Ignacio y su mujer, Silvia, hace más de cuatro décadas que eligieron el lugar para vivir. Conocen a la mayoría de los 1200 habitantes y guardan recuerdos especiales, como cuando Rodolfo Bebán, en un alto de la filmación de la película Juan Moreira , se acercó a saludar. "Me encandilaron sus ojos azules, -recuerda Silvia-. Evita , de Alan Parker, también se filmó acá, pero la producción era muy hermética, no pudimos tener contacto con los actores".
También son de los pocos que conocen con lujo de detalles la historia del pueblo, porque se tomaron el trabajo de investigar hasta las raíces y escribir dos libros: Uribelarrea, un pueblo con historia y Uribelarrea, un pueblo de puertas abiertas , que se consigue en los restaurantes de Uribe, como todos llaman al pago.
"Cuando empecé a preguntar por los orígenes del pueblo nadie sabía nada. Me dio fastidio, averigüé y me puse a escribir", cuenta Ignacio, que nació en Salamanca, España, y estaba acostumbrado a ciudades con pasado conocido.
Ignacio comparte sus conocimientos. Al pasar junto a la iglesia de Nuestra Señora de Luján, frente a la plaza octogonal, explica que fue construida en honor a la mujer de Miguel Nemesio de Uribelarrea, Manuela Olaguer Feliú y Azcuénaga, y junto con ella se originó el pueblo, primero como Colonia Agrícola.
Durante muchos años, hasta mediados de la década del 60, fue un importante centro lechero. Pero con las sucesivas crisis los tambos cerraron. Así, el pueblo estuvo años encallado hasta que el turismo golpeó, entró y lentamente surgieron nuevas propuestas.
Uno de los artífices de la transformación fue José Luis Nacucchio, dueño de uno de los restaurantes más conocidos del lugar, Macedonio, frente a la estación de tren, que todavía pasa, pero sólo una vez por día, desde Constitución.
"Llegué a caballo hace 30 años y siempre miraba esa esquina de 1892 codiciosamente, hasta que un día, hace siete años, la alquilé, no sabía muy bien para qué, fue algo impulsivo", cuenta sobre el origen del restaurante que le rinde homenaje a Macedonio Fernández.
Hecho en casa
Macedonio recrea la ambientación de 1910, momento de esplendor de esta antigua tienda de ramos generales, parada obligada de los gauchos que llegaban a comercializar sus productos. "Yo quería hacer un lugar tipo museo, rescatar cosas antiguas, pero para disfrutar, para aposentarse", recuerda.
Chango, como lo llaman, tiene en funcionamiento dos restaurantes, Macedonio y Leonardo, que abren los fines de semana al mediodía. Wimpi y el hotel La Posta de Uribe "están cerrados, esperando mejores tiempos", explica
A Naccuchio lo siguieron otros, como el matrimonio de Renata y Horacio Martínez, que creó el Valle de Goñi, establecimiento caprino donde producen y venden quesos y dulces de cabra, y los fines de semana sirven meriendas. Entre abril y mayo se les puede dar la mamadera a los cabritos y ver el ordeño de las cabras. Y durante todo el año proponen visitas guiadas por el campo.
También recaló allí Enrique Rey, que hace un año abrió La Uribeña, bar de picadas donde elabora cerveza casera. "Nos vinimos para acá por la tranquilidad, antes tenía una fábrica de soda en el Gran Buenos Aires, ahora producimos cerveza", cuenta en el salón del bar, una vieja esquina que tardó dos años en acondicionar.
Los productos artesanales, en producciones pequeñas, son marca registrada en Uribelarrea. Pueblo Escondido, por ejemplo, es una fábrica que elabora fiambres y embutidos desde 2003, con recetas españolas e italianas de los abuelos de Miguel Carello, ingeniero que estudió en la Escuela Don Bosco, del pueblo. En el Almacén de Campo se comercializan todos los fiambres y embutidos, además de quesos, mermeladas, dulce de leche y miel de productores de la zona, y un salón de picadas que abre los fines de semana. En la Escuela Salesiana Don Bosco venden el mejor dulce de leche del pueblo. Es un secundario agrotécnico, donde crían animales y fabrican quesos, embutidos y, por supuesto, el famoso dulce.
El paseo termina en el Museo de Máquinas y Herramientas, formado con las donaciones de todos, donde era el galpón de encomiendas del ferrocarril, frente a las vías. Ignacio Marcos, el vecino inquieto y curioso, confiesa: "Mi sueño es hacer un museo con la historia del pueblo". Otro desafío, en un Uribelarrea que crece.
Datos útiles
Cómo llegar
* Autopista Ezeiza-Cañuelas y continuar por la ruta 205 hacia el camino que entra al pueblo, a la izquierda (antes del peaje de Lobos). Son 82 kilómetros.
Dónde comer
* Macedonio y Leonardo: dos propuestas gastronómicas en un mismo complejo, frente a las vías. Macedonio abre sábado y domingo, al mediodía. Leonardo, los domingos. Tarifa, por persona, alrededor de 70 pesos.
* El Palenque: frente a la iglesia es el único lugar que está abierto todos los días hasta medianoche. Los fines de semana, carne a la parrilla y pastas. Tarifa, alrededor de $ 30 por persona.
* Valle de Goñi: tambo de cabras. Ruta 205, km 80,5; (02226-15516021). Abre sábado, domingo y feriados por la tarde. Ofrece visitas guiadas, tortas y venta de productos caprinos: quesos, dulce de leche y licor.
* Cervecería La Uribeña: Av. Valeria de Crotto 901. Ofrece picadas y cerveza artesanal. Abre los fines de semana.
* Pueblo Escondido: abre sábado, domingo y feriados, de 9 a 19 (Av. Valeria de Crotto y 18 de Diciembre).
Más información
* Dirección de Turismo de Cañuelas; 02226 423749. turismo@canuelas.gob.ar
Fuente: La Nación Turismo
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1243143
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