Mina Clavero: tierra de ríos

La apacible localidad contrasta con veranos agitados a la vera de sus espejos de agua y, en el centro, con entretenciones muy diversas.

Hundirse en la naturaleza es la pretensión de quienes eligen las sierras para las vacaciones. Esto conlleva no sólo disfrutar de las bondades de ríos, diques y arroyos, bajó el sol, sino también nutrirse del aire puro y de los secretos que las deidades depositaron en su geografía.

Para ello nada mejor que ponerse activos y caminar por los infinitos senderos a pie o a caballo, escalar en las palestras naturales de la Quebrada de San Lorenzo o volar como las aves haciendo parapente de la mano de un experto. En el balneario Central y en el Dique Nivelador alquilan kayaks posibilitando una interacción con el entorno muy tranquila y segura; sólo hay que saber nadar.

La pesca es otra de las actividades que por aquí persiguen muchos, en los ríos Panaholma, Mina Clavero, Nono y Altas Cumbres y en el Dique La Viña, en cuyos perímetros hay diversos servicios para el pescador siendo el sitio ideal para acampar el Club de Pesca situado sobre la cola del dique (a unos 35 km de Mina Clavero).

La idea primigenia de este descanso es no quedarnos quietos; en realidad queremos descansar de la vorágine cotidiana/laboral, de la rutina y de la quietud a la que muchos meses del año nos llevan.

Entonces, a seguir andando y desandando caminos, por ejemplo hacia el cerro Champaquí, icono de las serranías que puede abordarse desde diversos lados y encontrar aventuras a cada paso. El tiempo necesario es el que cada visitante preste; puede ser una jornada o excursiones a caballo de 3 o 4 días.

Otro de los imperdibles para los días en Mina Clavero es tomar el camino de las Altas Cumbres y dejarse sorprender por las postas naturales y los asentamientos que surgen a cada lado regalando vistas inigualables del valle desde alturas que llegan a los 2.000 metros.

Vale la pena seguir la inspiración de los artesanos en la feria y en sus casas, la de los productores locales cuya creatividad no deja de sorprender y deleitar paladares. La ruta que los une tiene aproximadamente 15 km parte desde el encuentro de Tejenderos, exactamente frente al puesto policial sobre el camino de las Altas Cumbres, y desde la plaza principal de Mina Clavero se debe tomar la calle Jorge Raúl Recalde y tan sólo seguir la señalética.

De allí en más en el seno de cada hogar -son 12 familias de artesanos- ofrecerán sus creaciones, entre las que se destacan las cerámicas roja, rubia y negra. Por allí las puertas siempre están abiertas.

El trayecto denominado Los Túneles es otro paseo ineludible en el valle. Lo mejor es que en el camino se conocerán deliciosos poblados; pasando por Cura Brochero se llega a Pocho, una pequeña villa que atesora una capilla de 1776, entre muchas historias encantadas sobre el origen del pueblo. La próxima parada es Las Palmas, que también cuenta con una capilla de 3 siglos que un regocijo al corazón, allí la imagen de Nuestra Señora del Rosario, es la buscada.

Le sigue directamente la senda hacia Los Túneles y Cuesta de Chacán. Luego de divisar la bella cascada de cerca de 180 metros de alto se comienza a descender por los 5 túneles, que son parte de una obra hidráulica de gran envergadura realizada en los '30. Los llanos riojanos y la flora del Parque Natural y Reserva Forestal Chancan, cuyo mayor orgullo es la conservación del quebracho blanco entre otras especies, darán las postales para recuerdos imborrables.

Luego de alimentar el espíritu corresponde hacerlo con el cuerpo: un chivito a las brasas, el mejor regalo.

Y los circuitos pueden extenderse sin límites por Traslasierra sur o norte y recorrer localidades que en sí mismas son destinos vacacionales. La Quebrada del Condorito es otro de los sitios que hay que visitar y no se arrepentirá. Conocer una estancia jesuítica es una obligación en Córdoba: acérquese hacia La Candelaria, recomendación de amigos.

Lo que el hombre aportó

A este reducto encantador en el que los días son agitados, sólo hay que ver la actividad en los balnearios para realizar la afirmación: la mano del hombre le dio confort y eventos para una agenda muy interesante. Porque a lo que natura propuso, los habitantes le agregaron condimento; es así que la ciudad cuenta con variados entretenimientos para que nadie se aburra: ferias de artesanos, funciones de teatro para adultos y niños, casino, bingo y las fiestas que son buenas excusas para pasarla muy bien.

En cuanto a la oferta de alojamiento, la cobertura también es muy amplia: hoteles de 1 a 3 estrellas, Aparts, hosterías y hospedajes, cabaña y casas de alquiler temporario. La gastronomía es otro de los sellos con los que cuenta la localidad.

Por supuesto, las truchas y pejerrey de sus espejos de agua, pero también las picadas serranas, los deliciosos alfajores con dulces artesanales y toda la gama de platos autóctonos que muestran la fusión de las diversas culturas que habitaron estas tierras.

Al agua pato

Son tres ríos los que dan lugar a múltiples playas para pasar un muy buen verano con agua y sol. El Mina Clavero, nace en las Altas Cumbres y continúa hasta pasar por el centro mismo de la localidad. Luego sus frías aguas se unen con las del río Panaholma, mucho más cálidas por el sol que cae temerario sobre el lecho de arena que el río transita desde la naciente.

Entre los dos anteriores dan lugar al río de Los Sauces, el principal espejo del valle que más adelante alimentan al dique La Viña y luego al dique Nivelador, hasta desaparecer en los bañados de San Pedro.

Entre tanto, las playas y lugares para retozar bajo el abrigo de Febo, abundan. Niños, grandes, locales y visitantes se las ingenian para elegir su sitio en las orillas, desde las playas top hasta las más agrestes, con ollas, toboganes naturales, cascadas y muchas sorpresas.

Fuente: Los Andes Turismo
http://www.losandes.com.ar/notas/2010/1/3/turismo-464849.asp

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